Incertidumbre.

Eso es lo que en algún momento de tu vida has experimentado o sin duda lo harás, quizá muy pronto. Vivir con incertidumbre es no saber lo que va a pasar; cambiar las cosas de un momento a otro nos encausa a tomar desiciones que no habías pensado hasta ese momento.

Cuando vivimos en una situación “estable” es muy fácil saber que es lo que vamos a hacer porque las cosas las tenemos bajo control y en calma, analizamos los detalles, elaboramos un plan estratégico para conseguir los resultados deseados.

El detalle no es eliminar la incertidumbre, sino modificar nuestros hábitos para tener perspectivas susceptibles a cambios inesperados para que podamos tomar desiciones asertivas.

¿Qué hacer, cuando no sabemos que hacer?

Cambiar hábitos

Es probable que si estás en un estado de estancamiento, lo seguro que tus hábitos te están conduciendo a ese camino. Cambia radicalmente tu rutina; cambia cosas viejas por nuevas que consideres positivas para ti.

Vacía y ordena tu mente

Una mente con demasiado ruido le será prácticamente imposible que pueda encontrar una solución para una situación que este estancada. Solo debes bajar el nivel de preocupaciones, estriñes y pensamientos negativos referentes a la situación que quieras dar solución.

Sal del corral

¿Esto qué implica? Pues que debes de ver con otros ojos, desde otra perspectiva  porque la situación que se te presente no será como siquiera la haz imaginado; identifica la solución con el problema.

Encontrar lo que te motiva

Identifica y considera cuales son tus principales motivadores que te pueden ayudar a resolver esa situación.

Acción

Actuar, todos los procesos y tus razones de motivación resultarán parcos o nulos si no los llevas a la acción.